lunes, 21 de junio de 2010

EL PAIS DE LA NIEVE 49 (La desconocida y fantástica historia del pueblo Pijao)


Se quedó callado tres minutos estableciendo unidad con la tierra. Los otros hicieron lo mismo, iniciando el rito que el universo escucharía:
"Ahora que vais volando, que vais huyendo
de éste sitio profanado
nubes mensajeras de la vida,volved, regresad
al lugar donde siempre habeis estado".
"Boooommmm, boooommm, booommmm" contestaban los otros golpeando la tierra con las manos sin levantar la cabeza. "Booommmm, boooommm, booommmm"
"Nubes verdes, nubes, rojas, nubes amarillas, nubes azules, nubes blancas
mares del cielo escuchad nuestros pedidos
fabricad la nieve y dejadla caer en la montaña
para que otra vez el hielo brille
y la tierra de la diosa Tulima tenga
su montaña resplandeciente
volved, volved nubes viajeras
abandonad la ira y regresad".
"Booommmm, booommm, booommmm"
repetían los otros enderezándose en sus rodillas, mirando al cielo donde las nubes quietas ojeaban al grupo.
Extendían los brazos arriba. Millaray entonaba una melodía con la flauta. La música, los ruegos de Huenuman y los coros de los otros creaban un grupo en danza lenta siguiendo el ritmo de la flauta y del tambor que Mohán tocó persistente y vibrador.
"vientos del oriente y del norte,
vientos del sur y del occidente
vosotros sois el elemento integrador, guardador y vivo,
traednos a las nubes,
dadles la fuerza para que vuelvan.
Oid nuestros ruegos grandes vientos.
Salid de los abismos y escuchadnos", oraba Huenuman danzando y oraban tambien los otros danzando. "Booommm, booommm, booommm" repetían.
Despertaban fuerzas dormidas en el universo "Booommm, booommmm, boooommmm". Así siguieron dos horas entrando en trance, transformados, enajenados. "Boooommmm, boooommmm, boooommmmm". La flauta principesca sonaba mágica, el tambor de Mohán no dejaba de sonar y la danza tampoco terminaba. Madremonte entró en gran felicidad y mirando al espacio así le gritó a las nubes:
"Venid, venid nubes, regresad hermanas mias.
Os ordeno que estéis aquí al lado mio
envolviéndome completamente
y envolviendo también a la montaña.
Os ordeno que obedezcais inmediatamente
Venid"
Y danzaba igual a una ninfa de los bosques y de las montañas, a una reina del agua y de la tierra. su danza era tan sensual que las nubes bajaron a observarla. No perderían el espectáculo de la diosa llamándolas a abrigarla. Llegaron suaves y ligeras envolviéndola como algodones.

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