lunes, 23 de agosto de 2010

EL PAIS DE LA NIEVE 81 (La desconocida y fantástica historia del pueblo Pijao)



El mago se sentó en una piedra, encendió un tabaco chupándolo ansioso mientras la joven corría al caserío, dichosa en aquel dia sereno.

en el pueblo la rutina fue igual hasta anochecer entre nubes rojas, lejos.

Al dia siguiente muy de mañana el caserío sintió el ruido del buitre en su aletear. Salieron de las chozas asomándose a las puertas, saliendo a los alrededores dándose cuenta que el cóndor de los andes estaba entre ellos por una razón desconocida.

La diosa Inhimpitu descomplicada y ligera salió del rancho de Cajamarca acompañada de la princesa Millaray que tenía un guayuco de piel de puma hasta las rodillas lo mismo que su compañero Cajamarca. El tenía una lanza de oro y en la espalda llevaba flechas y el arco que necesitaría en su viaje al país de los Wayú. Inhimpitu tenía su cetro del poder lanzando rayos rojos y azules en la punta de diamante y en el brazo llevaba una ruana larga y gruesa que la protegería del frio en el viaje al imperio de la Guajira. "Buenos dias princesa, buenos dias diosa Inhimpitu y cacique Cajamarca" les dijo el cóndor desde lejos. "Buenos dias cóndor" le respondieron en coro. "Ya estoy listo para el viaje" añadió. "Nosotros también estamos listos" gritó Millaray mirando al pueblo amontonándose a su alrededor. Y siguió diciéndoles: "Vamos a viajar al país de la diosa Inhimpitu. Quizás nos demoremos, no lo sabemos pero volveremos otro dia" decía Millaray a la multitud callada. "Buenos dias" dijeron Ibagué y Mohán acercándose. "Buenos dias padre, buenos dias Mohán, buenos dias Ibagué, hola cacique" respondían.

el taita Amuillán había traido algunos paquetes que los viajeros recibieron.

"Cúidense mucho" dijo Ibagué.

"Cuando me necesiten no hagan sino invocarme que enseguida iré" les propuso Mohán quitándole la ceniza a su tabaco. "Gracias Mohán lo invocaremos de eso no tenga duda" contestó Cajamarca mirando al cóndor que se acercaba descolgando el ala para que subieran a su espalda.

Viendo eso, los viajeros se despidieron. "Otro dia volveré dijo Inhimpitu a Ibagué. "Me gustó mucho haberlo conocido, Mohán" le dijo al mago. "Hasta luego padre" se despidió Millaray dándole un beso en la frente. "Hasta luego Mohán, gracias por todo lo que ha hecho por nosotros". "No es nada" respondió el brujo arreglandose el pelo que se le caía en la cara. "Hasta luego cacique" se despidió Cajamarca acomodando uno de los paquetes debajo del brazo. "Hasta luego Mohán". "Hasta luego taita Amuillán, hasta luego brujos, hasta luego pueblo Pijao" decían en altas voces agarrándose del ala que el cóndor subió llevándolos a su espalda. Ya entre el plumaje gritaron "Cóndor ya estamos listos, puede arrancar". "Bueno no alarguemos mas las despedidas" dijo el buitre doblando una pata. Corrió diez metros batiendo las alas alzándose en un vuelo poderoso en la brisa de la mañana.

El pueblo se quedó callado regresando despacio a sus chozas.


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