lunes, 25 de julio de 2011

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 15 (La desconocida y fantástica hisoria de los pueblos indígenas de Columbus)



También les había enseñado a fabricar cerbatanas envenenadas para que se defendieran de los enemigos y para que cazaran animales cuando quisieran comer carne.

Cerca a ese sitio, hace mucho tiempo, cuando todavía los Muiscas no existían, la diosa Bachué recién salida de la laguna de Iguaque con su hijo en brazos, levantó una choza en menos de tres dias, donde empezó a vivir y a planear que hacer para crear la raza humana, porque no podían quedarse solos en esas tierras tan extensas, y como el único hombre que había era su hijo Iguaque, dejó que creciera, y cuando el joven empezó a sentir los impulsos del sexo, tuvo continuas relaciones con su madre. Ella cada dos meses daba vida a tres, cuatro y hasta cinco bebés que crecían rápido, como si hubiera una magia para eso.

En poco tiempo construyeron mas y mas chozas para guardar tanto niño que pedía comida sin parar. Trabajaban dia y noche atendiendo a los hijos.

Prontamente se hacían jóvenes y fuertes, aliviando el trabajo de su madre Bachué que por ratos se sentía agotada, y de su padre-hermano Iguaque que no paraba en sus actividades creativas del mundo y de los hombres.

de ese modo fue que Bachué creó al pueblo Muisca en medio del frio y la neblina.

Finalmente, cuando ella y su hijo se fueron poniendo viejos, cosa que pasó unos mil seicientos años después, llamaron a los hijos para que fueran a verlos. Muchos no sabían quienes eran sus primeros padres porque esos pueblos se habían multiplicado como las arenas de los rios y se había perdido la memoria del origen.

Bachué e Iguaque subieron entonces a una alta montaña y los llamaron con sonidos de cuernos, con señales de humo y repicar de tambores que no pararon de oirse en siete días.

El pueblo fue llegando en caravanas desde lejanas tierras, encaramándose en las montañas cercanas a la laguna, porque eran miles y miles los que habían.

La diosa Bachué estaba felíz viendo sus tribus defendiéndose solas con la vida. Al verse rodeada de semejante muchedumbre que la llamaba insistente para que no se fuera, lanzó un hondo grito golpeando con su eco las nubes y las estrellas diciendo "Nosotros nos vamos ya.Pueblo Muisca, trabajen y sean fuertes" y no dijo mas. Solo volteó a mirar a la multitud callada........

No hay comentarios:

Publicar un comentario