domingo, 25 de abril de 2010

EL PAIS DE LA NIEVE 15 (La desconocida y fantástica historia del pueblo Pijao)

La muchedumbre gritaba lanzando silbidos alegres
Eran muchos los que se forzaban entre la multitud para llegar junto a la diosa y mirarla de cerca. Tulima era para ellos una adoración porque las antiguas leyendas afirmaban que los había creado con un copo de hielo al que le había dado forma humana y al que le había dado vida con un soplo de su boca. Por eso era que la seguían tan locamente, por eso era que la veneraban como su madre única, su madre poderosa.
Estando los pueblos casi olvidados por su alegría, escucharon de pronto una voz femenina extendiéndose larga y sonora por encima del nevado: "Todos ustedes aunque parezcan pueblos distintos, son una nación única, indivisible que de ahora en adelante tendrá el nombre de Nación Pijao. No lo olviden, ustedes forman la nación Pijao. Los habitantes de Amerindia y las generaciones futuras hablarán de ustedes como pueblo trabajador y aguerrido, y yo como su diosa, los protegeré del mal siempre".
Miles aplaudieron a Tulima. Fue un aplauso prolongado que duró mas de tres minutos, escuchándose en las montañas cercanas. Despues la diosa siguió su paseo, montada en el elefante blanco que sin duda la llevaba a algún lugar que solo ella conocía.
Caminaron los pueblos en el hielo resplandeciente, doscientos metros hasta el frente de una pared blanca de setenta metros de alta y cuarenta de ancha donde finalmente el elefante se detuvo. "El paseo es hasta aquí", dijo Tulima" dándole al animal una palmadita en el lomo, quedándose quieta en sus costillas, entre su luz rosada que por momentos era mas intensa.
El sol navegaba entre nubes color ladrillo reflejando luces zapotes en el hielo mientras el pueblo se apretujaba alrededor de la diosa para ver que iba a hacer ahora.
De pronto en medio de la espera, miles de mariposas que habían estado revoloteando encima de la muchedumbre, lo mismo que los pájaros, se acercaron a Tulima formando nubes volátiles y espesas. En ese momento el nevado tembló, sin razón porque el tiempo estaba bueno. fue un movimiento suave y rítmico logrando asustar a los Pijaos que gritaban palabras de protección a la diosa luna "Oh diosa luna protéjanos del mal" gritaron muchos estirando los brazos al cielo y juntando las manos. Después el cimbronazo fue mas fuerte, estremeciéndose la montaña de tal manera, que se oyeron fuertes chirrionazos "Tttttttrrrrrrrr, ttttttttrrrrrrrr, ttttttttrrrrrr" y traqueteos del hielo abriéndose "Ccccccccrrrrrrrrr, ccccccccccrrrrrrrr, ccccccrrrrrrrrr".
Gruesos bloques de hielo se desprendieron de lo alto

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