domingo, 14 de agosto de 2011

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 21 (La desconocida y fantástica historia de los pueblos indígenas de columbus)



El cacique miraba estremecido de celos, la entrega de su mujer, sus juegos bestiales, hasta que por fin terminaron agotados y sudorosos la faena, sentándose un rato en la maleza totalmente tranquilos.

después de veinte minutos se levantaron caminando despacio hasta cruzar por donde estaban el zipa Meiquechuca, el cacique Guatavita y el otro guerrero que en ese momento obedecía las órdenes de su cacique.

Mientras Guatavita cogía a su mujer, el otro guerrero se abalanzó sobre el guerrero infiel clavándole el cuchillo de piedra en el pecho y en el cuello. salían potentes chorros de sangre que saltaban como fuentes enfurecidas entre la maleza, la mujer y el zipa.

Un alarido estremecedor enmudeció depronto la selva.

Entonces Guatavita saltó al lado del moribundo amante hundiendo la mano en el pecho de su enemigo arrancándole el corazón de un solo tirón, como si quisiera arrancarle la vida para siempre, rompiéndole todas las posibilidades de reconciliación con el universo, y ya con el corazón palpitante en su mano, se lo hizo comer a su mujer, mordisco a mordisco " Cómetelo mala mujer, cómetelo maldita o te mato también" y ella muda, horrorizada, obedecía la órden de su marido sin chistar, untándose la cara y todo su cuerpo con la sangre del corazón de su amante, siendo mirada y odiada por miles de indios reunidos entre los árboles, las piedras, las rocas y la maleza. Rodearon a la mujer, al zipa y al cacique sin decir nada pero temerosos por lo que sucedía.

Despues de eso, la cacica aterrada porque la tribu la señalaba acusándola y aborreciéndola, y viéndose algo libre entre las chozas de su pueblo, se fue corriendo sin saber a donde iba. Llevaba en brazos a su hija hasta llegar a la orilla de la laguna de Guatavita donde decidida, se arrojó a sus aguas queriendo morirse ahogada allí.

El cacique habiéndose dado cuenta de eso, dijo "Yo no quiero que ella se muera, ni que se muera mi hija. Estoy arrepentido de haberle dado a comer el corazón del guerrero" y llamando al brujo mayor de la tribu le ordenó "Use sus poderes gran brujo y tráigame inmediatamente a mi mujer y a mi hija". El brujo corrió a la laguna porque algunos le dijeron que la habían visto correr allá, arrojándose a las aguas, pero no la encontró porque ya estaba en el fondo. Entonces hizo sacrificios, adoraciones y promesas a los dioses para que se la devolvieran, pero no consiguió recatarla. "Fue imposible sacarla de las aguas. Los dioses no quisieron ayudarme. Seguramente quieren que ella y su hija permanezcan en esas aguas" le dijo el brujo al cacique Guatavita que estuvo triste y mudo mucho tiempo sin permitir que nadie le hablara.

1 comentario:

  1. Quisiera saber la fuente documental de leyenda que en sus palabras se ha hecho mas entretenida.

    ResponderEliminar