Ibagué tomó la dirección de las tribus asesorado por los brujos, los ancianos y por Yexalen que le decía cosas en la cama. "Vamos a extender estos territorios" decía el. Llamaré al guerrero Calarcá para que nos ayude en eso".
Millaray se preparaba con Cajamarca a viajar al país de la diosa Inhimpitu "será un viaje inolvidable" decía. "Mañana iré a ver al cóndor para darme cuenta como está y para decirle que se aliste a viajar". "Quiero estar volando entre las nubes" dijo Inhimpitu pintándose la cara con rayitas de colores, mirándose en una vasija con agua "Nos iremos pero no sabemos cuando volveremos" añadió Cajamarca templando el arco y poniendo las flechas en el carcaj. Mohán apareció de pronto a veinte metros acompañado de una mujer Putimae nerviosa y excitada. Venían del rio y estaban felices. "Hola Mohán como le va" le preguntó Ibagué montado en su caballo Cuminao que pateaba el suelo, muy brioso y resoplante. Iba a hacer una ronda por la región con varios indios listos a obedecer al nuevo cacique. "Bien, muy bien" respondió Mohán mientras la mujer desaparecía fugáz entre las chozas.
Al otro dia Millaray madrugó con Inhimpitu y Cajamarca a las rocas donde vivía el cóndor. No se demoraron en llegar. El buitre estaba arriba, picoteando un conejo que había acabado de traer del bosque. Al ver al grupo y distinguir a Millaray dió un grito alegre "Ggggrrr, gggrrr, gggrrr" aleteó brincando en las rocas, acercándose al grupo que lo esperaba. Millaray escaló piedras y rocas y haciéndose debajo del ave le tocó las patas mientras el cóndor gritaba otra vez "Gggrrr hola mi princesa. Me tenía olvidado. Tenía ganas de verla y ya iba para el pueblo a ver que le había pasado" le dijo el ave estirando el pescuezo. "Yo nunca te olvido cóndor. Era que estaba ocupada en otras cosas y por eso no había venido. Pero de ahora en adelante pasaremos el tiempo juntos porque viajaremos a otro país" le decía Millaray acariciándole las plumas cercanas a las patas. "Verdad iremos a otro país?" "Si cóndor. Será un viaje largo. Iremos con la diosa Inhimpitu que ya conoces y con mi compañero Cajamarca". "Uy tan rico. Eso me relajará. Estoy tieso de no hacer ejercicio. Además podré conocer bien a Columbus". "Si, tienes que alistarte porque mañana a estas horas nos iremos". "Bueno princesa, como ordene. Iré al pueblo a recogerlos". "Cóndor, gracias". "Está muy fuerte y poderoso" le dijo Inhimpitu gritando desde abajo haciendo bocina con las manos. "Gracias diosa. Ahora volaré mucho con usted" le gritó Cajamarca. "Me gusta que sea mi pasajero. Los llevaré al lugar que me digan. "Entonces mañana va temprano al pueblo, lo estaremos esperando" le dijo Millaray bajando de las rocas. "Hasta mañana cóndor" gritaron Inhimpitu y Cajamarca. "Hasta mañana" respondió subiendo otra vez para terminar de comerse el conejo.
El tiempo era fresco.
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