Le dije al chofer que ella era mi mujer y que estaba enferma. Que debía llevarla al médico urgentemente. Nos fuimos veloces y al llegar al helicóptero le dije "Déjeme aquí". Entonces bajé con ella en los brazos, abrí la puertecita del helicóptero y subiéndola la acomodé lo mejor que pude. Cerré la puerta poniendo a funcionar la nave, elevándome entre las nubes opacas en poco tiempo. Encendí las luces y atravesando el espacio a velocidad de luz, llegué aquí en menos de un instante. No se quien es, pero de lo que estoy seguro es que no la dejaré escapar.
Estaba muy profunda y por eso durmió cerca de tres horas. Al despertar vió la cueva con cara de asombro, la examinó mirando todo en silencio, llenándose de tristeza. Me miró sonriendo pero no dijo nada. Entonces se agachó en la arena y acostándose, se cubrió con el montón de piedras que ven en ese rincón. Lo único que yo hacía era mirarla porque algo me decía que no fuera a tocarla. Se quedó dormida ahí desde hace siete dias y me estoy poniendo loco porque puede morirse de hambre y de frio.
Los buhos sabios me explicaron que lo que ella quiere es fabricar una crisálida para dormir un tiempo y transformarse en mariposa. Que eso ya ha pasado otras veces, me aseguraron. Me explicaron también que el método para que se transforme es cantándole muchas canciones y que eso solo pueden hacerlo los niños que no tengan contaminado el corazón. Por eso al encontrarlos a ustedes, los he traído a mi cueva. Pienso que tienen el corazón todavía limpio y con su canto hacer que el milagro se cumpla. Por eso ahora les ordeno que canten noche y dia sin parar, frente a ese montón de piedras".
Los niños estaban mudos, no acertaban a decir nada.
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