EL PAIS DE LA NIEVE 89 (La desconocida y fantástica historia del pueblo Pijao)

Eran muchos los chillidos en la noche, muchos los gritos. Gritos feos sin armonía. Daban miedo y por eso el sueño de los tres no fue bueno.

Al despertar se sintieron pesados, estuvieron largo rato sentados escuchando los primeros cantos de la mañana. "Tenemos que ir a llamar al pájaro dijo Cajamarca. Sin contestar se levantaron de un salto, corrieron bajo los árboles llegando en cinco minutos junto a la palmera donde debía estar el pájaro de mil colores. Inhimpitu lo llamó pero el no vino. Estuvieron así veinte minutos. "Ya no vive aquí, hay que encontrarlo de otro modo. Tenemos que usar el cetro del poder que nos ayudará a ubicarlo". "El cetro del poder?" preguntó Millaray. "Si. Lo apuntaré a varias partes y cuando el diamante se ilumine, iremos en esa dirección". Cajamarca se alejó buscando frutas. De pronto Inhimpitu cogió su cetro del poder y elevándolo lo apuntó al sur, al occidente, al norte donde el diamante se iluminó "Por aquí tenemos que seguir. El camino es el norte, no hay error".

Echaron a caminar obedientes al cetro. "Pero donde pararemos?" preguntó Millaray "Podemos ir en esta dirección pero hasta donde?". "No te preocupes. Caminemos un rato. Mas adelante pondré el diamante en mi frente y así sabré que tan lejos está el pájaro". "Verdad?". "Si. El diamante me transmite las cosas que necesito saber". Ni Millaray ni Cajamarca contestaron, solo caminaron pensando en el cetro del poder y lo que hacía.

A los quinientos metros Inhimpitu dijo "Paremos un momento, voy a poner el diamante en mi frente para percibir que tan lejos está el pájaro". Se sentó en un tronco apuntando el cetro al norte. El diamante se iluminó. Entonces la diosa poniéndolo en su frente inclinó la cabeza cerrando los ojos. Se quedó así tres minutos, al final los abrió diciendo "El pájaro de mil colores está lejos. Lo tiene la Mojana, una mujer diminuta de cabellos dorados que vive en una casa de piedra en el fondo de un rio pero para ir allá nos queda lejos a pie". "Entonces que hacemos?" preguntó Cajamarca. "Si es así no hay problema. Viajaremos en el cóndor" aseguró Millaray. "Así llegaremos rápido" y sin decir mas arrancaron a caminar al rancho de Inhimpitu donde debía estar el buitre.