viernes, 17 de septiembre de 2010

EL PAIS DE LA NIEVE 92 (La desconocida y fantástica historia del pueblo Pijao)




A las diez el ave ya estaba cansada. Se dejó caer en el amplio suelo poco enmalezado iluminado por la luna y muchas estrellas. Amortiguó el aterrizaje doblando sus gruesas patas y sus ruedillas. Inmediatamente bajó una de sus alas por la que se deslizaron los viajeros estirándose, buscando un sitio para pasar la noche. Allá había un arbol coposo a donde llegaron sentándose mientras el buitre se quedaba a veinte metros sacudiéndose y relajando los músculos. "Aquí podemos dormir tranquilos" dijo Inhimpitu sacando yucas y pescado de una bolsa de fique y ofreciéndolo a sus amigos que tambien comieron. Despues se recostaron quedándose dormidos bajo un calor abochornante.
Chillaban pájaros negros en las ramas avisando a su especie un posible peligro. Sapos croaban cerca saltando entre las piedras, atraidos por los viajeros. Se quedaron mirándolos largo rato, fascinados porque los habían oido hablar. Querían aprender ese lenguaje para comunicarse con esos dioses de las aguas y de la tierra.
Al despertar con el sol en sus caras, los viajeros sintieron la picazón de los zancudos. "Tenemos que irnos ya" dijo Millaray. "Cóndor de los andes, cóndor de los Andes" gritó Cajamarca caminando debajo de los árboles.
El ave asomó por el otro lado en un espacio despejado "Estoy listo princesa Millaray". Inhimpitu miró a la princesa recogiendo los paquetes y corriendo hasta debajo del pájaro que descolgó el ala. En poco tiempo estuvieron en su espinazo "Arranque cóndor". "Como ordenen". Batió las alas consiguiendo empuje y elevándose en el aire fresco. Se metió en las nubes blancas en un vuelo que terminaría al medio dia segun dijera Inhimpitu. "El cetro del poder me ha dicho que pronto llegaremos al sitio donde vive la Mojana. No falta mucho".
Siguieron callados mucho rato hasta ver un rio que bajaba de la laguna Curigua, mas abajo de la Sierra Nevada.
Inhimpitu apuntó el cetro del poder al rio. Lanzaba rayos rojos, azules, amarillos. "Allá es donde vive la Mojana, no hay duda. "Entonces vamos junto al cerro, cóndor". "Allá voy". El ave llegó en cuatro minutos a un cerro debajo del que corría el rio guatapurí. "Baje aquí cóndor". Se descolgó en la loma donde se bajaron.
"Hay que tener cuidado. Tenemos que esperar a que oscurezca y salga del rio" dijo Inhimpitu.


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