miércoles, 20 de octubre de 2010

EL PAIS DE LA NIEVE 105 (La desconocida y fantástica historia del pueblo Pijao)


Una muchedumbre de hombrecitos con sus compañeras, con sus hijos y familiares estaba esperando a su cacique en una larga extensión. Se reían haciendo señas. Gesticulaban esperando a ver quien llegaba. Al ver que era el cacique Uzathama se tranquilizaron pero no completamente porque a su lado veían a dos extranjeros y no se podía ser tan confiado.
"No se alboroten" les dijo Acaima en alta voz "Los jóvenes que vienen con nosotros son dos hijos de los dioses, lo ha dicho el cacique Uzathama. cierto Uzathama?". "Si, es cierto. Estos dos jóvenes son hijos de los dioses y vienen buscando a la niña Luz de sol, hija de la diosa Inhimpitu, y que hace algun tiempo estuvo aquí. "Buscan a Luz de Sol?" repitió un hombrecito en la muchedumbre. "Si. Yo soy amiga de la diosa Inhimpitu y según los libros sabios de Columbus debo encontrar a la niña para entregársela. Hace poco nos despedimos de ella y por casualidad llegamos aquí. El brujo de los Sutagaos se ha dado cuenta de eso sin habérselo dicho" explicó Millaray acercándose a la diminuta multitud callada. "Lo que pasa es que Luz de Sol tiene el diamante del poder que ella me entregará para que se cumplan las leyendas" terminó de explicar la princesa. Entonces el pueblo entero al oir eso la rodeó admirándola, lo mismo que a Cajamarca. "Bienvenidos hijos de los dioses. Ahora que sabemos de su amistad con la niña Luz de Sol, son doblemente adorados. Vengan, vengan al pueblo y siéntense con nosotros". Entonces caminaron hasta el centro de las chozas que no tenían mas de un metro de alto. Casi todos estaban desnudos pero otros tenían ruanas de lana roja para protegerse del frio que era mucho. Esperaron que Millaray, Cajamarca, Uzathama y Acaima se sentaran para rodearlos en silencio sobre la tierra y el pasto húmedo. De pronto Acaima empezó a contar la historia de la visita de Luz de Sol "Un dia esa niña llegó aquí, montada en un pavo real que corría a gran velocidad elevándose sobre la maleza, sobre las chozas y por encima de la gente. Inmediatamente nos dimos cuenta que era mas diminuta que nosotros porque solo mide quince centímetros pero es bella y poderosa. Como toda la tribu corrió a cogerla para jugar con ella, salió volando en su pavo dando vueltas encima del pueblo hasta que la llamamos gritando "Vuelva, vuelva niña que no la cogeremos". Entonces ella nos miró medio desconfiada, bajando otra vez. Luego caminó entre las chozas y la gente diciendo "Mi nombre es Luz de sol y soy hija de la diosa Inhimpitu de la Guajira. Conozco los secretos del universo y de los hombres. He venido para ser amiga de ustedes que son el pueblo mas diminuto de la tierra para ayudarlos en lo que me digan".

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