viernes, 1 de octubre de 2010

EL PAIS DE LA NIEVE 98 (La desconocida y fantástica historia del pueblo Pijao)


Se fueron trotando encima de la arena. El viento quería derribarlos pero siguieron, desafiándolo mientras se reían cogidos de las manos. "Por fin tendremos el pájaro" dijo Millaray. "Apuremos, tengo afán" respondió Inhimpitu.
Caminaron media hora hasta llegar a los peñones. El cetro del poder vibraba fuerte y su luz se iba en rayos de colores estrellándose contra las rocas.
Al comienzo fueron despacio examinando los relieves, las grietas, las cuevas, escuchando el sonido del agua rompiéndose. Cajamarca iba adelante. Eran muchas las rocas y altas. Cerca de ellas se extendía un bosque de altos árboles entre los que caminaron hasta las rocas mas bajas. entonces vieron una gran armazón desconocida. "Que será eso?" preguntó Millaray. El cetro del poder vibraba duro en las manos de Inhimpitu. Su luz iba a estrellarse en la armazón.
En ese momento un hombre barbado, sin camisa, de pelo largo y el pecho peludo como un gorila se asomó entre el maderamen. "Quien está ahi?" preguntó ronco sacando de su cintura una espada mohosa que levantó "Quienes son ustedes?. Que hacen aquí?" gritó escupiendo despues de masticar un tabaco del que salía un humo negro. "Estamos buscando un pájaro" dijo Millaray temblorosa. "Qué pájaro?" preguntó el hombre poniendo cara enemiga. "El pájaro de mil colores. Sabemos que está aquí y nos lo llevaremos" dijo Inhimpitu levantando su cara y apuntando el cetro del poder contra el hombre que se estremeció al contacto con los rayos "Quítenme esos rayos de encima, ayayayyyy. Quítenme esos rayos que me queman, esos rayos que me muero" gritaba el hombre. "Tráiganos el pájaro, lo necesitamos". "Yo no lo tengo. Se lo llevó un pirata que se ahogó en el mar". "Mentira, mentira" gritó Inhimpitu cantando como cantaba el pájaro. Entonces escucharon un canto dulce salido del barco donde estaba el hombre. "Allá está el pájaro, allá está" dijo Inhimpitu volviendo a poner los rayos contra el hombre que se revolcaba de dolor. Buscaron como subir encaramándose por palos recostados en la armazón. Al llegar arriba el pirata había desaparecido. Entonces Inhimpitu volvió a imitar el canto del pájaro escuchando cómo el ave le respondía. De ese modo se guiaron encontrando finalmente al hombre con el pájaro en la mano.
El ave al escuchar el canto de la diosa picoteó la mano del pirata que por el dolor la soltó, volando a los hombros de Inhimpitu.
El pirata se había venido contra ellos pero Cajamarca con el arco listo le lanzó una flecha traspasándole una pierna. Gritaba "Malditos, malditos. No me hagan ese mal llevándose el pájaro. Ahora seré débil como cualquier mortal. Demen el pájaro, demen el pájaro". Y como el hombre no lograba moverse, los jóvenes aprovecharon corriendo y gritando "Cóndor de los andes, cóndor de los Andes venga rápido".
El buitre apareció descolgando un ala por la que subieron acomodándose rápidamente en sus costillas. Cóndor se impulsó elevándose en el espacio brillante. "Vamos a mi rancho, cóndor" le ordenó Inhimpitu. "Como ordene diosa" y se fue veloz.
No se cambiaban por nadie.
Tener el pájaro de mil colores era tener el poder sobre las cosas y los hombres porque su canto hechizaba, encantaba y seducía.

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