lunes, 4 de octubre de 2010

EL PAIS DE LA NIEVE 99 (La desconocida y fantástica historia del pueblo Pijao)


Tener el pájaro de mil colores era tener el poder sobre las cosas y los hombres porque su canto hechizaba, encantaba y seducía. Hacía que los deseos se cumplieran.
Era tanta la alegría de tenerlo que no se dieron cuenta del tiempo hasta el rancho, de modo que al llegar, Millaray gritó sorprendida "Tan rápido llegamos?". "Yo tampoco me di cuenta a que horas atravesamos tanta tierra". Inhimpitu tenía el pájaro en la mano "Ayúdeme a bajar para no lastimarlo" le dijo a Cajamarca que la sostuvo con un brazo mientras se descolgaban por el ala.
Ahí estaban los cuatro indios saludándolos "Lo trajeron. Trajeron el pájaro, que alegría" gritaba la india joven. "Si. Ahora somos poderosos" dijo Inhimpitu riendo, saltando y entrando al rancho. "Ahora Millaray podrá encontrar a mi hija Luz de Sol, segun dicen los libros sabios de Columbus". "Si es eso lo que afirman las leyendas y los escritos, la encontraremos como sea. Pero empezaré a buscarla en las tribus Pijao para coger confianza y para hacerme bien amiga del pájaro mientras me perfecciono en su canto" decía Millaray acercándose a Inhimpitu para observar el ave quieta en el hombro de la diosa "Quiere decir que pronto volveré a mis tierras. Recorreré una por una las tribus de mi pueblo a ver si empezando por ahí me ubico para encontrar a tu hija Luz de Sol" decía Millaray dándole una hebra de pescado al pájaro que no se iba porque conocía a la diosa desde hacía mucho tiempo, había vivido en su bosque y también sabía que lo necesitaban "Has como mejor te parezca" le decía Inhimpitu imitando el canto. "Pero antes de irte debes arremedarlo bien". Si, y también le pondré un nombre". "Eso está bien. El lo aprenderá y volará a ti cada vez que lo llames" dijo Inhimpitu. "Lo llamaré Rayo de Luna. De ahora en adelante ese será tu nombre" dijo Millaray pasando un dedo por la espalda del pájaro "Te gusta ese nombre?" le preguntó . "Si. Me fascina tener ese nombre" respondió el pájaro saltando al hombro de la princesa que lo cogió imitando su canto. "Te falta poco para que aprendas a imitarme" le dijo. "Ensaya, ensaya" y el ave cantaba invitando a Millaray.
Ese pájaro no era que tuviera mil colores. Era que cuando alguien pedía un deseo, el pájaro se esponjaba reflejando muchísimos colores como diminutas auroras boreales inexplicables, pero normalmente parecía un pájaro comun.
"Tengo tanto afan de empezar a buscar a tu hija Luz de Sol, que mañana mismo nos iremos, cierto Cajamarca?" preguntó Millaray. "Pues si lo quieres mañana nos iremos" dijo el. "Su compañía ha sido muy agradable" dijo Inhimpitu. "Pronto volveré a sus tierras para pasar una larga temporada allá"

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