viernes, 12 de noviembre de 2010

EL PAIS DE LA NIEVE 115 (La desconocida y fantàstica historia del pueblo Pijao)

"Esa bestia es la Patasola. Sàquenla de aquì inmediatamente" dijo de pronto un hombre desnudo que tenìa una corona de oro y plumas, y el cuerpo pintado de colores. Llevaba una vara gruesa en la mano, sìmbolo de su poder porque era el cacique del pueblo "Como hicieron para capturarla? Es la mujer mas pervertida que ha existido en èstas tierras. Fornicaba con tribus enteras y tambièn con los animales. Enloquecìa a los hombres prometièndoles placer, y se burlaba de las mujeres volàndose con sus maridos al rio, a las montañas o a las lagunas, donde los volvìa seres sin voluntad, enloquecièndolos de deseo. Cada vez se hacìa mas mala hasta que finalmente un poderoso brujo de la tribu de los Coyaimas la durmiò una noche en su choza dàndole chicha. Querìa acabar con esa hembra que consideraban el peor elemento del paìs Pijao y aprovechando su sueño tan profundo, cogiò un machete y le quitò una pierna de un solo golpe para dejarla invàlida por siempre. Asì no perturbarìa la paz de la tribus.
Al poco tiempo la mujer, que no aguantò la rabia ni el odio, se muriò en su soledad de selva y agua. La carne se le habìa reventado pudrièndosele y cayèndosele entre olores insoportables, pero el dolor con que se fue al otro mundo, hacìa que su fantasma vagara ahora por las selvas hacièndole daño a la gente a la que querìa chupàrsele la sangre. Tenemos que hacerle un conjuro inmediatamente para que no nos haga nada" decìa gritando el cacique Yaporoge que bebìa chicha de una totuma grande y blanquecina.
Ràpidamente unos quinientos indios se acercaron a la bestia empezando a danzar y a cantar en largos y profundos sonidos, pidièndole al dios sol que los librara del monstruo y de todo mal "Saca de aquì este engendro dios sol y dadnos la paz" gritaban en coro cogièndose de las manos y bailando rìtmicamente. "No nos quites la tranquilidad" imploraban, siguiendo asì hasta que pasò mas de una hora. Entonces sucediò algo raro.
Del cuerpo del monstruo empezò a salir un humo espeso que se elevò en el aire mucho rato, hasta que desapareciò del pasto sin que quedara su huella.
La tribu se puso felìz.
Entonces entraron a las chozas sacando olladas de chicha que bebìan en totumas hablando del incidente "Esa mujer es peligrosa, tenemos que mantener alertas para que no se vuelva a acercar al pueblo". "Pero fue que ese buitre la trajo en las garras. Por què lo harìa?""Hay que sacar a esos visitantes de aquì. Deben tener pacto con el demonio". "Si, si. Sacrifiquèmoslos y nos los comemos. Deben tener buen sabor"

No hay comentarios:

Publicar un comentario