miércoles, 1 de diciembre de 2010

EL PAIS DE LA NIEVE 124 (La desconocida y fantàstica historia del pueblo Pijao)

Al otro dia la gente se levantò temprano. Todavìa estaba oscuro pero muchos gallos cantaban ya. Las mulas fueron cargadas ràpidamente entre un agite humano colaborador. Hasta los niños se habìan levantado a mirar la caravana para despedirse. Las mujeres cocinaban alimentos en grandes ollas de barro, y empacaban papas, yucas, frìjoles, carne en hojas de plàtano para mantenerle el buen sabor. Ya muchos tomaban chicha riendo y gritando mientras otros comìan papas con carne, asada en los fogones de las cocinas.
Calarcà estaba montado en su caballo revisando a su tribu que se habìa puesto ruanas para el frio y alpargatas para el camino. Ibaguè lo acompañaba encaramado tembièn en su caballo, lo mismo que el joven Cajamarca, mientras Millaray y Yexalen se alistaban para irse en dos llamas gigantescas que el guerrero les habìa traido la noche anterior y en las que viajarìan còmodas. "Siguen las aventuras para mi" le dijo Millaray a Yexalen jalando un pedazo de carne de buen sabor. "Yo quiero conocer las tierras a donde van los Quimbayas. Calarcà me dijo que allà hay miles de mas Quimbayas que no hace mucho llegaron del otro lado del mundo". En ese momento Yexalen dejò de hablar porque el pàjaro de mil colores llegò cantando al hombro de Millaray que loca de alegrìa lo cogiò dicièndole "Hola Rayo de Luna, por què me dejaste sola, por què?" y el pàjaro cantaba dicièndole "Es que ahora soy buen amigo del còndor de los Andes al que quise acompañar una noche, pero he vuelto y voy a donde tu vayas, princesa"."Gracias Rayo de Luna, por fin me devuelves la tranquilidad. No te escapes de esa manera y menos sin avisarme"."Està bien princesa, obedecerè lo que me ordenes" contestò el ave paràndose en el hombro de Yexalen que querìa cogerlo.
"Nos vamooooos, nos vamoooos, nos vamoooos yaaaaa" gritaban los Quimbayas soltando las mulas y arriàndolas entre las chosas mientras la gente se decìa cosas prometièndose otras. "Volverè, le prometo que volverè". "Tenga, le dejo esta figura que le servirà de talismàn en los peligros". "Gracias". "Cuando estèn en peligro invoquen a Mohàn o al mago Huenuman que inmediatamente llegaràn a ayudarlos". "Si, lo haremos. No olvidaremos esos consejos"

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