lunes, 14 de febrero de 2011

EL PAIS DE LA NIEVE 154 (La desconocida y fantástica historia del pueblo Pijao)


"Que es lo que buscan. Por qué vienen a interrumpirme?" dijo tristemente mientras lágrimas gruesas se estrellaban en la roca donde estaba parada. "Estos dos jóvenes, hijos de los dioses, han venido por orden del Hojarasquín del monte a hacerle una invitación" dijo Tibaima señalándolos. "Hijos de los dioses? Una invitación?. No entiendo nada" contestó la mujer penetrando la mirada a donde estaban Cajamarca y Millaray. "Lo que pasa es que estos muchachos llegaron a mi tribu montados en el cóndor de los Andes. Véalo, allá está al lado del bosque. Nos dimos cuenta que son hijos de los dioses porque ese pájaro ha llegado hace poco de las estrellas, donde están los dioses. Andan buscando a la niña Luz de sol que les dará el diamante del poder, y nos han dicho que una de las condiciones para encontrarla, es que deben asistir a una reunión que se hará en el Lïbano donde los magos, los duendes y las hadas harán sacrificios a los dioses y peticiones al universo. Quieren que ustéd esté allá porque su sabiduría es necesaria en los ritos y las expiaciones" le explicó el cacique Tibaima acercándose a la piedra donde estaba la mujer. "Y porqué quieren mi compañía con tanta urgencia?. Todos saben que paso la vida sola, de rio en rio y de quebrada en quebrada esperando a que mis hijos lleguen flotando. Lo único que tengo es castigo y dolor por haberlos ahogado, pero mis amantes también son los culpables, y los maldigo. Por favor, déjenme sola" y volvió a sentarse, metiendo la cara en las rodillas. "Señora Llorona, ustéd no puede faltar a la reunión. En el líbano la esperan los que la quieren y la necesitan" le dijo Millaray acercándose también. Y la mujer al escuchar la voz de la joven y al verla tan cerca, dijo "Esa voz tan dulce es suya? y ustéd tan jovencita y tan linda?. Le ruego que vuelva a hablar, ustéd es mi hija, estoy segura. Quiero escucharla otra vez". Cajamarca también se había acercado y la Llorona al verlo, gritó asustada "Quien eres?. Te pareces a mi hijo. Gracias cielo y gracias aguas del Magdalena por devolverme a mis hijos. Esta noche es la mas felíz de mi vida. Vengan, acérquense hijos mios. Quiero tenerlos cerca,muy cerca". Y se estremecía sin comprenderse y sin entender como habían aparecido los muchachos.
Entonces Millaray y Cajamarca adivinaron el estado alucinado de la mujer y aprovecharon el momento para decirle "La invitamos al Líbano, linda señora. Debe estar allá con los magos, los duendes y las hadas, en el eclipse de luna que habrá dentro de diecisiete dias. Allá nos encontraremos y hablaremos" le dijo Cajamarca señalando la luna, que en ese momento alumbraba con rayos amarillos deslizándose en la superficie del rio. "Claro que estaré allá sin falta. Con tal de tenerlos cerca, hijos mios, iré a donde me digan" repuso la mujer respirando asfixiada. "Gracias, la esperaremos" dijo Millaray cogiéndole una mano que la mujer extendió a la vez.

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