sábado, 10 de marzo de 2012

EL PAIS DE LA NIEVE Y LA MONTAÑA BRILLANTE 71


Como Caragabi vió que la garza no volvía, llamó a un gallinazo ordenándole que volara por encima del mundo a ver donde había un lugar bueno para vivir, pero tampoco esa ave volvió porque se quedó comiendo peces muertos que encontró sobrenandando en las aguas.
Entonces Caragabi, afanado porque no tenía las noticias que necesitaba, le ordenó a un patogujo o pato de monte "Vaya patogujo. Vuele, vuele mucho y mire a ver donde hay un lugar bueno en la tierra para vivir".
Y el patogujo se fué veloz pero no volvió porque a corta distancia vió a los peces Guacucos que le gustaban mucho, y se entretuvo comiéndoselos, olvidando el pedido que le había hecho Caragabi.
Desobedecido el dios por aquellos torpes mensajeros, el cóndor de los Andes le dijo en voz baja a Millaray y a Cajamarca "Nosotros deberíamos ir a ver donde hay un buen lugar para vivir en la tierra". "No, como se te ocurre. Esperemos otro poco porque las cosas no están como para hacer locuras" le respondió Millaray acomodándose mejor en las espaldas del buitre, mientras Cajamarca observaba con atención lo que Caragabi hacía ahora.
Con su gran poder, el dios escupió entonces dos veces en el suelo, cubriendo su saliva con una totuma que uno de sus amigos le trajo habiéndola cortado primeramente por la mitad. En seguida y como un sortilegio, la saliva se transformó en una paloma blanca que salió volando a velocidades insospechadas por encima de los torrentes y los mares que se habían formado hacía poco.
En su vuelo vió a los anteriores mensajeros, entretenidos en sus cosas, pero no les dió importancia y siguió juiciosa a cumplir el mandato. Se demoró en su vuelo buscando el lugar deseado, que finalmente descubrió en parajes envidiables, donde podían vivir los supervivientes del diluvio sin que les faltara nada.
Y entonces regresó a donde el dios Caragabi estaba, diciéndole "Precisamente gran dios Caragabi, en el Chocó, donde ustéd vivió mucho tiempo, antes del diluvio, encontré las mejores tierras, donde puede volver a vivir como lo que ustéd es. Como un dios". "Verdad, buena mensajera?" dijo Caragabi emocionado "Podré volver a esas tierras?". "Si, gran dios Caragabi" respondió la paloma echando otra vez a volar, sin importarle el entusiasmo del dios que quería cogerla quizás para cortarle las alas. Pero la paloma se fué velóz para salvarse de aquellas manos desconocidas y porque quería encontrar algo de comer.
Entonces Cajamarca le dijo a Millaray "Ya es hora de que nos acerquemos a ellos porque la paloma les ha traido el buen mensaje, ahora sé que necesitan de nuestra ayuda". Entonces el cóndor batió las alas, elevándose en el aire tranquilo y húmedo de allí y llegando a la peña donde estaba Caragabi con sus diez amigos.

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