miércoles, 10 de junio de 2015

UN CONDOR GENIAL 56 (La historia de uno de los ùltimos còndores que nos quedan en los Andes Colombianos)



Fresno gritó “Hola cóndooor hace rato está ahíiiiiii?” “Desde las diez de la mañanaaaaa. Salga uno de ustedes para darles algo que arreglará los problemaaaaaas”. “Yo voyyyy”, contestó Coyaima brincando en una roca hundida. Siguió subiendo usando piedras como escalera y pedazos de roca, o cruzando a la pared del frente. Se demoró diez minutos en llegar. Cóndor lo tocó con un ala para saludarlo y mirándolo curioso, le dijo  “Buena muchacho por lo que hace, pero lo veo raspado y hasta herido. “Ah, eso fue por huir del gigante. Fresno está lo mismo, pero lo importante de èste viaje es encontrar el cofrecito. Hemos buscado mucho pero no lo encontramos. Que hacemos?” “No se preocupe por eso. Primero cómase éstas frutas y tirémosle otras a Eliseo para que también coma”. “Fresnooooo, Fresnoooo”, gritó cóndor asomando la cabeza en el cràter. “Que le pasooooo?” “coja éstas frutas mientras baja Coyaimaaaaa”. “Bueno señoooooor”, gritó Fresno. “Recibaaaaaaa”, gritó el buitre. Le dejó caer mangos,  naranjas, guayabas, Abajo Eliseo las cogía poniéndolas en la arena seca. Gritò . “Esto era lo que hacía falta para tener fuerzaaaaas; gracias cóndoooor”.  “Coma mientras baja Coyaimaaaa”. “ Ya estoy listo para bajar. Que es lo que me va a decir? Le preguntó Coyaima al ave. Cóndor lo miró de arriba abajo. Agachò el pescuezo hasta su pata izquierda y  picoteando en una profunda arruga, hizo saltar la piedrita del poder que llevaba guardada ahì. Coyaima se afanó a cogerla porque cayó en el pasto y no quería que se refundiera aunque eso no hubiera sido problema porque su luz escarlata la hubiera revelado. Claro ya entiendo. La piedrita es la solución; con ella encontraremos el cofre sin problemas”. “Cójala y váyase. Cuando estén cerca del cofre, ella se iluminará mas, indicando que ahì està. Esa será la señal.
Coyaima saltó contento. Agarrò algunas plumas de su amigo diciéndole “Eso es, esa es la soluciòn.

Se asomó a la garganta gritando a Eliseo “Eliseoooooo ya vooooyyyyy. Cóndor me ha dado la piedrita del podeeeeer, con ella no tendremos  problemaaaaas”. 

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