miércoles, 30 de noviembre de 2016

AXO, EL ALUPIO Y LA MONTAÑA 61 (La historia de una criatura humana(?) de ocho centìmetros.



Abrió los ojos al oír el ruido de unas alas potentes batiéndose en su patio; se ofuscó mucho por la luz azul que de pronto le llegó a raudales desde el lado oriental y se incorporó asustado mirando con odio al buitre por llegar asì de abusivo.
Desde las costillas del ave, el jovencito miró a Rusos y comprendió que si, que tenía poder sobre el. Sus ojos eran charcos oscuros en donde no había luz y tampoco tenía chance de entrar……y axo podía cambiarlos. 
De un salto bajó del pájaro acercándose decidido al siniestro inmortal. Rusos volteó a mirarlo completamente alterado, y casi se cae al suelo por un extraño vértigo que le llegó al cerebro nublándole la visión, quitándole el aliento y haciéndole sentir un horrible vacío en el estómago y en los riñones. Se agarró del lazo que sostenía la hamaca y giró la cara a otras partes, confundido, para no encontrarse con los ojos luminosos del muchacho. Quiso salir corriendo para huir enloquecido, pero se enredó feamente con la sábana que lo cubría. Tropezó con una de las columnas en que amarraba la hamaca, cayendo pesado y ridìculo junto a algunas piedras que servían de cerco a un jardín de flores rojas que crecían junto a pequeños arbustos parecidos a inmensos algodones.
Quedó en calzoncillos que le llegaban hasta las rodillas y que lo hacían ver grotesco y risible, eran de color rojo oscuro…… estaban rotos en la nalga izquierda. Permaneció tendido, acobardado y muy quieto encima de la sábana en la que se había enredado.
Entonces el buitre rodeó al señor caído, impidiéndole que se moviera o que pretendiera huir. No lo abandonó ni un minuto y levantando la pata izquierda se la puso en el pecho con fuerza, clavándole sus garras y haciéndolo sangrar. Rusos aprisionado entre el suelo y la pata vengadora, se empeñó en no abrir los ojos aunque se acabara el mundo. Sentía angustia y desespero por la presencia del muchacho porque era una amenaza fatal para su inmortalidad y para el sitio que ocupaba entre los manejadores de las cosas del planeta.
Si abría los ojos perdería su fuerza y su poder y eso no debía suceder nunca…… nunca.





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